lunes, 29 de abril de 2013

Crónica DONOSTIA-HONDARRIBIA TALAIA BIDEA TRAIL

Amurrio Trail Lasterketa: 29 km y 1.200m+ en 3 horas y 45 minutos.
Donostia-Hondarribia Talaia Bidea: 31 km y 1.300m+ en 3 horas y 46 minutos.

Con los datos en la mano, comparando la carrera de ayer con la primera que hice en Amurrio, la mejora ha sido escasa. Sin embargo, al final de la Donostia-Hondarribia Talaia Bidea estaba contentísimo. Y creo que razones no me faltaban.

El sábado llegué a Hondarribia a eso de las once de la noche. Cené un plato de pasta, enchufé la calefacción, un rato de lectura y a dormir.

A las 7:45 del domingo pillo el autobús puesto por la organización que nos lleva a Donosti. Por fin llega el día en el que ando bien de tiempo, sin prisas, incluso me permito tomarme un café.

Retiro el dorsal, me cambio y a calentar 20 minutillos. Si la semana anterior a una competición se entrena con poca carga, yo durante la semana previa no he acumulado más de dos horas de entrenamiento. Lo necesitaba, por una parte para descargar las piernas ( al fin dejo de tenerlas como rocas), y por otra, para curar las ampollas de mi pie derecho. Por lo demás, me encuentro físicamente bastante bien, sin rastro de mi asma (que siga la racha) y con muchas ganas de hacer una buena carrera. Lo único malo, que hasta hoy solo he hecho un par de tiradas largas, una de 18 km y otra en Ondarroa de unos 24 km. Aún así, las sensaciones son buenas.
Zona de salida
 A las 9:30 dan la salida. Es importante en esta carrera salir rápido porque enseguida, en las primeras rampas que nos llevan dirección a Ulia, se forma un tapón en la zona de Zemoria. Ganamos altura y giro la vista hacia atrás, dirigiendo mi mirada a la playa de Gros. Veo unos puntitos negros, son surfistas disfrutando de las buenas olas que hay hoy a primera hora. Seguimos hacia adelante por una senda muy entretenida por la que voy disfrutando mucho de los sube-bajas, aunque en los tramos llanos (no me van nada bien) me adelanta algún corredor.

A estas alturas, kilómetro 4, ya ha cesado la lluvia, que ha dado paso al sol. Buenas noticias porque en principio se había pronosticado mal tiempo para hoy. Y para celebrarlo, todo un clásico en mí, en un tramo de subida me tropiezo y voy de morros al suelo. Sin consecuencias. Era para animar un poco el cotarro, que vamos todos muy callados,jejeje.

Kilómetro 6, ya veo la bocana de entrada al Puerto de Pasaia. También puedo escuchar las voces de un patrón animando y corrigiendo a sus remeros durante el entrenamiento que están haciendo. Que recuerdos de cuando remaba!!! Bajamos un tramo de escaleras y ya estamos de nuevo a la altura del mar para completar 500 metros y llegar hasta donde está la txalupa que nos pasa desde San Pedro hasta San Juan. Y por supuesto, mucha gente en ambas orillas animando a los corredores.
Buscando a Wally, a ver quien me encuentra... Foto: Luis Peralta
 En las dos siguientes, desembarcando. Fotos cortesía de Luis Peralta.


Aquí, en Pasai Donibane, empieza la subida al Jaizkibel. Voy bien, pero ya noto el maldito pie derecho raro. Vamos, que se están reproduciendo las ampollas. Seguimos adelante disfrutando porque el lugar lo merece, senderos estrechos y algo empedrados con pasamanos en las zonas más expuestas.

A pesar de subir sin cebarme, veo que no voy mal de tiempo. Y lo mejor de todo es que de caja y de piernas ( el pie ya es otro cantar) me noto genial. Me sorprendo porque normalmente los diez primeros kilómetros se me suelen hacer bastante duros.

Pasamos por los tres torreones, y cuando quedan unos 80 metros de desnivel para llegar a las antenas que coronan el monte Jaizkibel, la carrera toma dirección descendente. Estamos en el kilómetro 15 y se supone que ya hemos hecho lo más duro.

Ahora el camino es más ancho y se puede adelantar fácil. Es una buena oportunidad para mi, pues sé que he mejorado bastante en los tramos de bajada, así que meto el turbo. Pero no puede ser, a cada pisada con el pie derecho veo las estrellas, mierda de ampollas!!! Que rabia, estar "bien" y no poder darlo todo. Valoro la situación, me quedan unos 15 km y voy bajando medio cojeando, con una postura algo heterodoxa. Por supuesto, gente adelantándome, es lo que tiene ir prácticamente parado.

Me digo que voy a seguir, pues no todos los días se tiene la oportunidad de competir en estos parajes. Así que mientras prosigo con mi carrera me embargo en mis pensamientos, que si que cabeza tengo porque se me a olvidado traerme para después de la prueba el chorizo que me dio Aitor el otro día (toda una semana resistiendo a la tentación y ahora se me olvida,jajaja), que si en los calcetienes que estreno hoy cuando los compré ponía que eran "antiampollas" (menudo timo), ... y así chorradas varias.

En estas, en el km 17 aproximadamente me adelantan dos corredores. Uno de ellos me dice:
- ¿Tú eres "Multikirolari", verdad?
- Sí, no fastidies que has leído mi blog- le respondo.
- La verdad que sí, suelo leerlo.

No sé, pero me hizo mucha ilusión poder poner cara a alguno de los valientes y pacientes artistas que os pasais por aquí. El deportista en cuestión es Xabi, que va acompañado por un amigo, Peio. Hablamos de ésto y de lo otro, y casi sin darme cuenta hacemos juntos un par de kilómetros que para mi ha sido como si fueran trescientos metros. Es lo que tiene ir a gusto entablado en una amena conversación. Como curiosidad, comentar que ayer Peio había hecho la Tuga Arratzu Urdaibai, 30 km y 2.000m+, y ahora aquí está con Xabi, los dos más a gusto y más frescos que la leche. Está claro que hay gente que está hecha de otra pasta.... Aunque me fastidie, tengo que dar una tregua al pie, así que con un "bueno bikote!" me despido de Xabi y de Peio. Nos deseamos suerte y me voy quedando atrás.

Llego de nuevo al nivel del mar, alternamos tramos de pequeñas subidas y bajadas hasta el avituallamiento del km 25. Hecho de menos algo de sólido en este punto. Sólido que sí habría en el 27, a 4 km de meta. Igual sería mejor dejar el sólido para el 25, antes de la subida a Guadalupe.

En los tramos llanos puedo más o menos correr, pero las bajadas siguen siendo una tortura. Paso el avituallamiento del 25, por el precioso lugar de Artzukoportu y al de un rato iniciamos la subida a Guadalupe. Duras rampas para nuestras piernas nos esperan. Después la pendiente se vuelve menos agresiva, es corrible, pero aquí vamos todos andando. Un esfuerzo más y ya estamos en las campas de Guadalupe, donde hay mucha gente aplaudiendo el paso de los corredores. Unas chicas me animan diciéndome "Venga, lau kilometro!", las miro y con cara de compungido las digo "4 kilometro oraindik?". Pues parece que sí, ahí dejo a las chicas partiéndose de la risa. Por si acaso al de unos metros le pregunto a un voluntario "Zenbat falta da, ba?", y muy amablemente me dice "4 km, baina dena jaitsiera da". Pues peor me lo pones, 4 km de bajada cojeando como un tontolaba. Allá vamos.

Entro en Hondarribia y en un breve repechito miro hacia atrás, viene un corredor que me dice "Nada nada, tranquilo", advirtiéndome que no me iba a adelantar. Me encantan estos instantes, donde por momentos la competitividad desaparece dejando paso a una lucha individual e interna consigo mismo.
Me solidarizo con él comentándole que yo tampoco voy para tirar cohetes.

La verdad que no sé si ha sido debido a la humedad o a alguna otra causa, pero se han sucedido creo que más abandonos de los que cabría esperar, y sobre todo he visto a bastante gente a un lado del camino estirando a causa de calambres sufridos, o recibiendo reflex o similares por parte de la Cruz Roja. Ya que estamos, es justo agradecer el trabajo de estos voluntarios, ya que estuvieron en muchos puntos del recorrido dispuestos a atender cualquier incidencia. Aunque uno siempre ha de procurar valerse por si mismo, la verdad que te da un puntito de tranquilidad saber que hay sanitarios practicamente cada tres kilómetros.

Ya estoy finalizando, atravieso la muralla y por las calles de Hondarribia un montón de gente animando. Callejeo un poco y llego a la línea de meta. Muchísima gente jaleando y aplaudiendo. Es curioso, después de llevar practicamente 15 km queriendo acabar la carrera, ahora deseo que la recta de meta sea más larga.... Cruzo el arco y ahí está Xabi que viene a saludarme, que grande!!! Comentamos la carrera, nos hacemos un par de fotos y nos despedimos con un "gero arte", pues seguro coincidimos en más carreras.
Clasificación General

En la llegada, Xabi y yo.
Como y bebo algo en el avituallamiento de meta ( es lo único negativo, para mi gusto no había mucha variedad, por lo demás la organización ha sido ejemplar), y me voy a la zona de la muralla a estirar las piernas y a tirarme un rato en la hierba.
De aquí no me levanto...

Doy cuenta a la familia y amigos de que he llegado sano y salvo. Recibo varios mensajes felicitándome, pero es mi amigo Txola el que mejor me conoce y el que me lee el pensamiento, pues me escribe: "Zorionak, te has ganado una ración de comida basura y otra de paquetes de chucherías", jajajaja. Dicho y hecho.

Zona de la muralla
Atravieso la parte vieja de esta bonita localidad. Llego al polideportivo, duchita y tranquilo y contento me vuelvo a casa. Si alguna cosa he sacado en claro de hoy, es que me encanta correr por el monte, aunque eso creo que ya lo sabía...



 Aquí el chorizo que deboro nada más llegar a casa. Eskerrik asko Aitor!!!!!!!

lunes, 22 de abril de 2013

Subida a Estíbaliz. Crónica

Fresco. Eso es lo que hacía ayer domingo 21 de abril cuando llegamos a Gasteiz, aunque hay que reconocer que durante la prueba de "XXVIII Subida a Estíbaliz" las condiciones para correr fueron realmente buenas.

Esta vez nos desplazamos tres. El de siempre, Guti, uno del equipo de triatlón de éste, Gonzalo, que también vive en Basauri, y el que os escribe. Vamos reclutando poco a poco a gente....

Para no variar llegamos con el tiempo justo. Vamos a por el dorsal, que se encuentra a un kilómetro de la salida, y nos dicen que no vamos a llegar a tiempo para el pistoletazo de salida. Así que nos cambiamos y con el frío metido en el cuerpo nos dirijimos corriendo a la línea de salida. Antes de llegar preguntamos a un voluntario dónde está la furgoneta que nos subirá al Santuario las mochilas, y éste nos advierte que no llegamos ni de coña al lugar de inicio de la prueba. Joe que presión!!! Finalmente no hubo problema y llegamos a tiempo.
Hace frío, verdad Guti?

Aunque el nombre de la prueba haga referencia a una "subida", en realidad es una carrera llana que tan solo tiene una tachuela al final. En total la distancia a recorrer son 15,5 kilómetros y seremos más de ochocientos deportistas los que la finalicemos.

De la carrera, en lo que a mi respecta, poco puedo contar, pues las carreras llanas no dan tanto juego como las de montaña. De todas formas, la encaré de manera bastante tranquila. Andaba con las piernas algo cargadas y me la tomé como una forma de rodar y soltar piernas durante una hora y pico. Aunque he de admitir que al final me salió el kilómetro a 4 minutos y 58 segundos, algo más rápido de lo que pensaba hacer en principio. Además, acabé bastante entero, así que contento, sobre todo después de haberme pegado una buena farra el viernes. Tenía pensado ir el sábado con Maitane a hacer monte y de paso animar a los trialeros del Apuko Ultra Trail, y en especial animar a Gaizka Barañano ya que le conocemos desde hace unos años. Desde aquí mi felicitación porque a la postre resultó el vencedor..... Zorionak Gaizka, txapeldun!!!
El caso es que más o menos a la hora que empezaba el Ultra (las seis de la mañana), es cuando llegamos a casa. No hay nada más que decir.

Volviendo a la carrera de Gasteiz, salimos y en el kilómetro dos ya estábamos los tres desperdigados. Guti tiró hacia adelante y Gonzalo se quedó algo más atrasado. Y yo aguantando el tirón entre los dos y tratando de pillar un ritmo cómodo.

A partir del km 5 abandonamos el asfalto y pasamos a una pista de tierra de esas que son agradables de correr. Tenemos avituallamiento líquido en este punto, y más adelante, en el 9,5 también nos ofrecerán botellines de agua.

A partir del km 13 ya se puede notar que la pista pica un poco hacia arriba, aunque lo duro está en el último kilómetro, pero se lleva bien gracias al pasillo de gente que se afana en animarnos. Finalmente, llego en una hora y 17 minutos. Suficiente por hoy. Y con la ampolla que sigue dando guerra, es más, la tengo infectada, así que toca cuidar el pie durante esta semana para que el domingo esté perfecto.
En el avituallamiento de meta nos juntamos los tres, comentamos la carrera, comemos, bebemos y pillamos el autobús que nos deja en Mendizorrotza, donde tenemos el coche. Una mañana divertida, la verdad.
 Aquí os dejo la clasificación completa
Clasificación Subida a Estíbaliz 2013
En la llegada

lunes, 15 de abril de 2013

Boga Mendi Martxa 2013

El pasado domingo 14 de abril me estrené en el mundillo de las marchas de montaña, en la Boga Mendi Martxa, celebrada en Ondarroa. Existían tres opciones, la larga (54Km / 47km), la corta (21Km), y la pequeña, de 9 km.

Guti y yo elegimos hacer la "corta", la de 21 km, aunque al final se nos alargó algo más. Lo de este chaval es la leche, si algún día se anima a crear un blog y contar sus aventuras, amablemente si quiere le cederé el nombre de "multikirolari". Atentos, el sábado hizo el duatlón de Azkoitia (10 correr-40 bici-5 correr). El domingo madrugón para venir a Ondarroa y mientras estamos yendo en coche a esta localidad costera me suelta "Arkaitz, vamos a hacer la marcha rápido que a la una y cuarto juego partido con el Ariz", su equipo de Regional.
Perfil
Para no variar, llegamos tarde. Dan la salida y todavía no hemos pillado las tarjetas para que nos las fichen en los puntos de control, así que salimos unos cinco minutos tarde.
Yendo a por las tarjetas.
Estamos en la cola del grupo, por lo que delante nuestro hay mucha gente. Durante la primera media hora no corremos absolutamente nada. Vamos andando y ya cuando el grupo se ha roto y hay espacio echamos a trotar.

Guti trotando sus primeros metros.
El recorrido no está mal, aunque para mi gusto quizás tiene demasiados tramos de pista hormigonada, aunque las vistas que tenemos en varios puntos lo compensa.

Casi sin enterarnos llegamos a la cima del primer monte del día, el Kalamendi.
Kalamendi
Ahora toca bajar por el bosque. Como de costumbre, Guti va bajando más rápido que yo.
Esperameeeeeeeee
Pronto llegamos al pueblo de Berriatua.




 Aquí comenzamos la dura subida hasta el avituallamiento, diez o quince minutos muy exigentes en los que el calor se hace notar.
Venga pa´arriba, eup!!
 Sudando la gota gorda llegamos al avituallamiento, donde nos sellan la tarjeta y nos reciben con una amplia sonrisa, así da gusto!! Miramos la mesa y vemos abundante comida y bebida. Arramplo con agua, Coca-Cola, Aquarius, bocata de atún, bocata de chorizo, frutos secos y plátano. Vamos, que estamos casi diez minutos de chachara con los voluntarios y poniéndonos morados.


Arrancamos de nuevo, pero estamos llenos y cuesta mucho correr. Ganamos unos metros de altura para a continuación trotar por pendiente descendente.

Afrontamos otra pala, un repecho que nos lleva a la cima del Tontorramendi. Y aquí de nuevo momento de tertulia y risas con los dos voluntarios, más majos que la pera, que nos marcan la tarjeta y aprovechamos para que nos saquen alguna foto. Ahh, según ellos, la torre que sale en la foto es la original, mientras que la que hay en París es una simple copia, jejeje, vaya artistas!!

Nos comentan que desde la cima solo quedan dos o tres kilómetros hasta el final de la marcha, así que iniciamos la bajada a toda leche, a lo loco, hasta que me doy cuenta de que se me está formando una ampolla en el talón.

Nos acercamos a una ermita, pero antes de llegar sale un camino por donde viene gente de la marcha pequeña de 9 km. Y en vez de seguir hacia la ermita y de ahí seguir bajando, nos metemos a la derecha y nos cruzamos con los de dicha marcha. En resumen, que nos hacemos unos dos o tres kilómetros de más. De esto no nos dimos cuenta hasta que llegamos a la meta y vimos a gente que habíamos adelantado hacía bastante rato. Que conste que el recorrido estaba perfectamente marcado, pero un cartelito o algo que disipara posibles dudas en ese cruce no estaría de más.

Aunque el pueblo ya lo vemos ahí abajo, todavía tenemos un buen trecho que recorrer.

Guti con la fauna local.

Ya hay ganas de llegar, pues el sol a esta hora pega y calienta de lo lindo.
Al final hacemos unos 24 kilómetros en tres horas y dos minutos aproximadamente. No está mal teniendo en cuenta que hemos salido tarde, que durante la primera media hora solo hemos andado y que hemos tenido un par de momentos de distendida tertulia. Contentos recogemos el diploma y el paraguas que nos regalan. Otro pequeño atracón en el avituallamiento de meta y para casa.

sábado, 13 de abril de 2013

Inscrito en la DONOSTIA-HONDARRIBIA TALAIA BIDEA TRAIL

Se puede decir que esta prueba es el objetivo de la primera parte de la temporada 2013.

31,2 kilómetros y 1.300 metros de desnivel positivo a recorrer el próximo 28 de abril. De esta manera, aunque sea por muy poco, superaré  mi récord de distancia en carrera que a día de hoy lo ostenta la prueba de mi debut, la Amurrio Trail Lasterketa, de 29 kilómetros.
Perfil de la prueba.

La Donostia-Hondarribia es un trail que la tenía marcada en mi calendario desde el año pasado. Una prueba en la que juntaré de manera literal dos de mis grandes pasiones, la mar y la montaña, ya que como dice el lema de la carrera "itsasoaren gainetik korrika", además de correr por encima de la mar, también lo cruza. Concretamente en Pasajes, donde pasaremos desde San Pedro a San Juan en una txalupa.

El periodo de inscripción se abrió el pasado martes nueve a las diez de la mañana. Sabía que los 500 dorsales se iban a agotar rápido. Y así fue. Debido a unas obligaciones, hasta las 10:59 no me pude poner a realizar la inscripción. Resulta que un minuto antes se había cubierto el cupo, así que tocaba apuntarse en la lista de espera. Que rabia, que bajón......

Comencé a sopesar alternativas, la "Tuga Arratzu Urdaibai" (30 km y 2.000 metros positivos) no parecía una mala opción, pero semejante desnivel me hacía dudar, pero no tenía muchas más opciones. Y encima, cerquita de casa...

Total, que el miércoles recibo un correo electrónico diciéndome que finalmente se me había adjudicado un dorsal para la Donostia-Hondarribia Talaia Bidea Trail. Como os podeís imaginar, estoy contentísimo y con más ganas que nunca por hacer una buena carrera y disfrutar a tope. También me da pena por la prueba de Arratzu Urdaibai, pero la dejaremos para otra edición.

Hasta el día de la carrera tengo previsto hacer un par de cosillas interesantes. Mañana, domingo 14, me acercaré a Ondarroa para participar en la "Boga Mendi Martxa". Haré la marcha de 21 kilómetros.

Al de una semana, el 21 de abril, correré en la "Subida a Estibaliz", en Gasteiz. Una prueba de 15,5 km y no demasiado desnivel.

De todas formas, ya iré contando cómo va todo..... Saludos!!!

martes, 9 de abril de 2013

Ganeta (689m) y Pagasarri (673m) desde Basauri

Hoy lunes 8 de abril me apetecía hacer una tiradita algo larga. El plan era salir desde Basauri, concretamente desde el campo de fútbol de Basozelai, subir al Ganeta, ya que estamos también al Pagasarri y volver.

Así, empiezo a correr por una pista mientras unos chavales ya están entrenando dándole al balón.
Campo de Basozelai
Rápidamente, cuando completo el primer kilómetro, llego a un cruce de caminos. Por la derecha iría a la cima del Gaztelu, pero giro a la izquierda en dirección al Malmasín.
Por el camino que sale a la izquierda.
Sin embargo, no tengo intención de subir al Malmasín, así que no pillo el desvío que sale al de 600 metros y sigo recto hasta llegar al barrio bilbaino de Buiagoiti. km 2,5
Buiagoiti
En este momento paso a correr un rato por asfalto, primero en fuerte bajada hasta el Consorcio de Aguas, y después toca subir por una empinada cuesta hasta un cruce donde volveré a meterme en terreno de montaña. Km 3.5
Esta senda es algo técnica y gana altura con rapidez. Además hoy está muy resbaladiza. Son solo 7 minutillos, pues enseguida llego otra vez a la pista y sigo hacia adelante con más "subes" que "bajas". Lógico.

Llego a otro cruce de caminos, donde voy por la derecha. Sin embargo, luego bajaré por la cuesta que se ve a la izquierda en la siguiente foto. Me he quedado alucinado cuando al descender a media cuesta me he encontrado a un cervatillo muerto al que le faltaba medio cuerpo. Desconozco que animal de la zona puede partirlo literalmente por la mitad (un zorro, quizás?). Según lo que he visto, creo que había sucedido hacía poco tiempo.

A partir de aquí tengo entre diez y quince minutos para correr por la pista verdaderamente cómodos. En el kilómetro 8 dejo el camino viejo a la izquierda para seguir con la pista, que se convierte en una exigente subida contínua de 250 metros de desnivel en 1,8 kilómetros. Lo he intentado, pero al final he tenido que desistir y hacer un rato andando.

Llego al merendero-collado que separa los dos montes, Ganeta y Pagasarri. Voy primero hacia la derecha para coronar el primero, bajo al collado de nuevo y sigo unos metros hasta llegar al Pagasarri.
Collado
Una pena que desde el collado, por culpa de alguna nube, no haya podido ver todo el Ganekogorta, que todavía guarda algo de nieve caída el pasado fin de semana.
Biderdi y una parte del Ganeko.
Buzón del Ganeta.
Desde el Pagasarri echo la vista atrás para observar que lo que distingue al Ganeta son sus gigantes antenas y repetidores.

Desde la cima, puedo ver la bonita estampa formada por el Gorbea, Lekanda, etc. Km 10,3


Ahora comienzo a bajar en dirección opuesta a la subida, hacia el collado del monte Pastorekorta.
El collado, con la tremenda cuesta del Pastorekorta.
Se aprecia muy bien el cordal por donde he venido. Foto sacada otro día desde la cima del Pastorekorta.
Después de perder unos metros me encuentro con el cervatillo que os he comentado ahí arriba, y a continuación un cruce de caminos. A partir de ahí "solo" me queda desandar todo el tramo hasta Basauri, haciéndose muy duro para mis queridas piernas la subida a Buiagoiti.

Al final me han salido casi 18 kilómetros y 974 metros de desnivel en dos horas y cuarto.
No está mal para ser lunes...




viernes, 5 de abril de 2013

MANOMANISTA

Que bien me ha sentado la Coca-Cola y el pintxo al que me ha invitado Xabi esta mañana. Eso sí, me ha costado la invitación algo de sangre, mucho sudor, tener la mano como una bota y agujetas que calculo me durarán cuatro o cinco días.

Nos ha llevado, según los cálculos que hemos hecho, unos dos años quedar para jugar un mano a mano a eskupilota. El lugar, el de siempre, donde hemos pasado horas y horas durante nuestra adolescencia (la nuestra se alargó más de la cuenta, de hecho, a veces me pregunto si aún seguimos en esa época,jejeje). Nuestro pequeño templo de la pelota, el frontón de Velázquez.

Me he presentado con muchas dudas, pues llevaba sin jugar un partido desde verano, cuando supongo que Zigor y yo echaríamos una de nuestras particulares finales que asiduamente jugábamos cuando éste no se había ido a tierras granadinas. Aunque hoy algo de Zigor estaba en el ambiente, o más bien en la sangre, puesto que el rival de gerriko azul ha sido su hermano, Xabi.

Hacía un frío que pela, por lo que nos ha llevado bastante tiempo calentar las manos y el cuerpo.





El partido ha sido casi lo de menos, ya que como ha dicho Xabi, lo importante es que por fin nos hemos juntado para hacer algo de deporte y sacar un poquito nuestra vena competitiva. Y digo " ha sido casi lo de menos", porque menos mal que he ganado, ya que en caso contrario la vacilada que iba a tener hubiera sido bastante longeva. Ha estado todo el rato muy igualado, aunque al final me he llevado el gato al agua con un tanteo de 22-18.

Pero bueno, si he de ser franco, hay que comentar que el material puesto por la empresa (mejor dicho, impuesto por mi parte) a nuestra dispoción me favorecía. Una pelota de trapo de verguenza que debería estar absolutamente prohibida. Aún así, mi mano, para no variar, ha acabado muy dañada. Para la siguiente, pelotas más pesadas, prometido.
Los nudillos de mi mano derecha, desaparecidos.

La de Xabi tampoco está para echar cohetes.
 Al acabar, estirar un rato, despedirnos de los asiduos del frontón que ya nos daban por jubilados, y unos más contentos que otros, a tomar algo al bar destilando nuestro apetecible perfume, Eau de Sudor.
La siguiente, más y mejor.