Merece la pena soportar el intenso frío de estos últimas días, la humedad,... por levantarse un domingo por la mañana pronto, mirar por la ventana y ver todo nevado.
Bajar a comprar el pan y al pasar por el parque observar a unos adolescentes lanzarse cuesta abajo en un bodyboard y en un skate sin ruedas.
Más allá, unos padres a los cuales se les cae la baba jugando con sus pequeños hijos a tirarse con el trineo. Claro que sí, merece la pena, por muy efímero que sea el momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario