Sí, han pasado muchos meses desde la última vez que había ido a la playa a pillar olas, de hecho, no recuerdo cuando fue. Calculo que debió suceder haya por el frío mes de enero o febrero...
Hoy, como a mi me gusta, he quedado a una hora intempestiva con Zigor. A las seis y media de la mañana estaba esperándole en su portal. La hora, he de decir, que la fijó él ayer. Más que nada para que no me tacheis a mi de loco.
Hemos llegado y estaba más pequeño de lo que esperábamos, por lo que hemos dudado mucho e incluso hemos estado a punto de irnos. Pero al final lo hemos pensado mejor, y como ha comentado Zigor de repente, "lo que apetece, a parte de pillar olas, es volver a sentir la sensación de ser libres en la mar" (se nota que el chaval está estudiando filosofía...). Así que a dar parafina a las tablas...y para el agua!!!
Y mira tu por donde que al final no ha estado tan mal, de hecho nos han cuadrado seis o siete olas bastante majas. Resultado final: vuelta a casa con una sonrisa de oreja a oreja.
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