sábado, 6 de octubre de 2012

Jesús Fiochi

El pasado jueves, después de disfrutar de un divertido baño en Laredo, y ya cuando me estaba cambiando en el parking, iniciamos otro hombre y yo una conversación. Hablamos primeramente sobre la sesión de surf (había estado muy bien aunque esperábamos más tamaño, que por fin están entrando los buenos mares de otoño, etc). Después tocamos otros temas como la pesca (aunque yo soy algo ignorante en esta materia, pero algunos amigos míos que son muy aficionados a la pesca seguro que lo hubieran pasado muy bien).

El caso es que retomando otra vez el tema del surf, me dijo que ya estaba jubilado, por lo que podía surfear todos los días. También me señaló que llevaba 40 años surfeando. Cuando escuché eso rápidamente le pregunté:
-¿Cómo te llamas?
-Jesús Fiochi.

Sin darme cuenta, había estado conversando con la primera persona que surfeó en la península, con el padre del surf estatal. La historia del surf aquí empezó allá por el año 1964, cuando Jesús compró una tabla de surf en Biarritz. Para llevarla a Santander, donde él vive, se la llevaron en el autobús del Racing de Santander, que ese día jugaba en Irún. Esa tabla costó 5.000 pesetas de las de entonces.

Había leído entrevistas y reportajes sobre Jesús Fiochi en multitud de ocasiones, así que me hizo mucha ilusión robarle 15 minutos de tiempo y coserle a preguntas. Y ya de paso, gustosamente accedió a hacerse una foto con un servidor. En resumen, un gran día.


La foto en cuestión

Por lo demás, bonita semana combinando cuatro días de buen surf con salidas a correr. Por fin han entrado los esperado mares de otoño, que han traido durante cuatro días un mar bastante grande, llegando a desfasar muchas playas, por lo que ha habido que buscar el surf en spots más protegidos.

Primera parada cuando hay mucho mar, Islares. Me desvío para ver que tal está el tema, bastante bien, pero muchísima gente, así que tiro para Laredo, donde surfeo martes, miércoles y jueves.
Islares
Amaneciendo en Laredo.


Y ayer viernes, ya había bajado algo el mar, así que me decido a ir a Laga. Además, me acompaña Jon, que hace mucho que no surfeamos juntos, así que perfecto, buenas olas en buena compañía.
Laga

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