miércoles, 30 de octubre de 2013

Cambio de tercio...y de hora.

Todavía me acuerdo hace unos años cuando un día subí al lokal que teníamos los de la cuadrilla y les dije:
-¿Sabeis que a veces la hora peninsular y la de las Islas Canarias coinciden?
Después de unos minutos de darle vueltas al asunto alguno dijo que sí, que cuando la hora peninsular se retrasa en otoño durante una hora coinciden ambos horarios.
Pues mi gozo en un pozo, pues el pasado 27 de octubre las dos zonas horarias atrasaron los relojes a la vez, a las tres eran las dos en nuestro caso, mientras que en las islas afortunadas a las dos eran la una de la madrugada.

De esta manera, el domingo amaneció más temprano y oscureció antes. La justificación, al parecer, es el ahorro energético. Nos toman por tontos.

Argumentan el cambio horario con la excusa de que así se ahorra energía en la iluminación. Eso es lo que afirman los gobiernos que aplican en sus países el cambio horario en otoño y en primavera (81 en todo el mundo, incluyendo los 27 de la UE que están obligados a éllo).

El caso es que amanece una hora antes y así algunas empresas se ahorran una hora de luz eléctrica. Por otra parte, anochece una hora antes y el consumidor doméstico se la come con patatas al tener que gastar una hora más de luz. Resumiendo, lo que dejan de pagar los consumidores industriales lo paga el consumidor doméstico. Gran ahorro, sin novedad.

A mi, de momento, ya me han fastidiado las posibles sesiones de surf por la tarde, para cuando quiera llegar a la playa ya no quedará mucha luz solar.
También toca empezar a entrenar muchos días de noche, aunque sean las siete de la tarde. Así que poco trotaré por el monte, pues no me gusta ir solo de noche no vaya a ser que se me cruce un enfurecido jabalí o se me aparezca un monstruo.

Que le vamos a hacer, ya se nota la bajada de temperaturas. Hoy he ido a hacer surf a la mañana y me he metido en traje largo, pues con mucha pena ayer bajé el traje corto al trastero. Aunque bueno, el agua está calentita todavía. La sesión bien, cuatro o cinco olas buenas y más gente que en la guerra, el pan nuestro de cada día cuando hay maretón (todos vamos al mismo sitio).
Hoy al salir del agua, que envejecido me veo la madre de Dios



En el tema de correr los pantalones cortos no los voy a dejar muy lejos por si sale algún día caluroso, pero mucho me temo que ya hemos hecho la transición hacia las mallas y la camiseta larga (apuremos las sudaderas hasta el final). Sin descartar el chubasquero.
Me encanta el ruido del chubasquero al correr


Lo bueno que pronto llegará la nieve, con lo que eso conlleva...esquí de travesía y demás actividades. Hay ganas.

Y, por supuesto, para mi lo mejor de esta época es que pronto empezarán mis atracones a castañas en la carmela.




No hay comentarios:

Publicar un comentario