martes, 26 de mayo de 2015

TRIATLÓN SPRINT DE HONDARRIBIA

-"Arka, ¿Te vienes este sabado al tri de Hondarribi?"- me escribe Guti.
-"Uff, llevo tres meses sin entrenar absolutamente nada, me da que no..."-contesto rápidamente.
-"Venga, que sí!! Hago toda la prueba contigo y así tenemos fotaza juntos al entrar en meta, que todavía no tenemos ninguna!".

Que fácil es convencerme...aunque después, pensando, me di cuenta que ya teníamos una instantánea juntos acabando la I Antzuolako 8 Milak Mendi Lasterketa.

El caso es que me inscribo junto a otros cuatro miembros del equipo, Álex, Iker, Garro y Guti. El primero juega en una liga aparte, siendo un habitual top-20 absoluto siendo todavía sub-23. Y los demás...pues somo una banda de mataos, la verdad, pero que bien que nos lo pasamos. Viajecito hasta la localidad gipuzkoana en la furgo que amablemente nos cede Ibaiauto. Y joder, así da gusto, vaya risas que echamos...

Personalmente pocas dudas tenía, ya que en realidad solo tenía certezas. Certeza de que los tres deportes lo haría de pena, lógico.
No recordaba la última vez que nadé (esta última semana no cuenta), la bici, os lo juro, tenía telarañas en los piñones...y correr, pues la verdad que no corría al menos cinco kilómetros desde diciembre, cuando tomé parte en la Herri Krosa de Amurrio y se me resentió la lesión que hizo que me retirara del Triatlón Olímpico de Castro, y que a día de hoy sigue sin tener solución. Pero bueno, aún así decidí tomar parte de este triatlón, al fin y al cabo tenía mucho mono de competir, y si volvía el dolor, pues tocaría aguantar. La compañía de estos cracks valía la pena.

La táctica era la siguiente. En teoría yo debía salir unos tres o cuatro minutos antes que Guti del agua, y en cuanto me cogiera éste en la bici, pues seguir juntos.
Iker, Guti, servidor, Garro y Álex
 A las 17:10 nos dan la salida a los casi 400 triatletas y decido, para no variar, ir bastante abierto y hacer bastante metros de más para así ir más tranquilo. Y sí, voy tan tranquilo que salgo del agua bastante más atrás de lo que pensaba. Llego a boxes y cuando estoy a punto de salir con la bici aparece Guti. Él dice que no, pero su cara me decia "hala no me jodas, ¿todavía estás aquí? Inútil!!"
Le digo "voy yendo", pensando que me va a coger en nada. Pronto tenemos un buen repechazo que hace que a punto se me suba el gemelo. Me va pasando gente.
Una bajadita e iniciamos una subida de unos diez kilómetros por el puerto de Jaizkibel. Que bien, lo mejor que me podía ocurrir, y más ahora con ocho kilos de más que he ganado durante estos meses. De echo, lo que más miedo me daba era que no me entrara el trimono...

Bueno, durante el puerto pues más de lo mismo, penurias y más penurias. Casi dos kilómetros antes de dar media vuelta e iniciar la bajada me alcanza Gutovich, al que le lloro todas mis penas. Oye, al final ni tan mal, le ha costado un buen rato pillarme. Media vuelta y bajada a fuego (tiene esto algún sentido tal como íbamos?).
Entramos de nuevo al pueblo y toca correr.

Suave suave, entre mi lesión y que Guto anda con molestias en la rodilla decidimos ir tranquilos. Nos cruzamos con Lakuntza, el cual nos recrimina que vamos de "chachara". Y es verdad, todo el rato estuvimos de charleta, jeje.
Llegada a meta y después de un par de cervezas ya nos hacemos la foto prometida.



Tres años más jóvenes. Antzuola




lunes, 25 de mayo de 2015

Ogoño/Atxurkulu (305m) y Talaia (276m)

Los días de calor que tuvimos allá por el ya lejano mes de abril hicieron que Maitane y yo nos animáramos a dar una vuelta por el monte. Yo, la verdad, que no pisaba este terreno desde la Hiru Haundiak.
Por otra parte, los casi siete meses que lleva Maitane de embarazo hace que optemos una ruta sencilla, rápida y sin dificultades, pero con unas vistas y en un entorno precioso. Optamos por visitar Ogoño, y alargarlo unos minutos más yendo al Talaia para disfrutar allí de todo Urdaibai y Lea Artibai.

Nuestra ruta comienza en el parking del cementerio de Elantxobe. Desde allí una empinada cuesta de hormigón nos da la bienvenida, así que pasito a pasito vamos ganando altura.


A medida que vamos ascendiendo podemos observar toda la línea de costa que va hasta Lekeitio.

Luego afrontamos un llanito, y ya vemos que tenemos a tiro la primera cima del día, Ogoño o Atxurkulu.

Posteriormente, un sendero nos llevará hasta el desvío que tenemos que coger.

Giramos a la derecha

Ahora, tan solo una subidita de unos minutos nos separa de la cima.

Con cuidado...
Fotos con vértice y buzón cimero.

Nuestro siguiente objetivo es el Talaia, que lo vemos ahí en frente, en pleno cabo de Ogoño.

Como su propio nombre indica, este lugar era una atalaya desde donde se divisaba y daba aviso de lo que ocurría en la mar, y en especial de las apariciones frecuentes de las ballenas que habitaban el Golfo de Bizkaia. Retomamos el camino de antes.


En poco tiempo se llega a su cima, donde nos deleitamos con las vistas.
Playa de Laga, Mundaka, Bermeo y Cabo de Matxitxako

Hacia el interior
 Amatxo e Izaro casi tocando la isla que le va a dar el nombre...


Y para rematar, antes de ir a comer a Gernika, un paseíto por Laga.
Por ahí arriba hemos andado...