jueves, 1 de agosto de 2013

Que memoria tiene el cuerpo!

Hasta hace dos semanas la última actividad exigente la hice en la Donostia-Hondarribia Talaia Bidea Trail, allá por finales de abril.

Desde entonces nada. Hasta el 15 de junio, día en el que nos casamos Maitane y yo, calculo que salí a correr durante una hora un par de días para eso de dejar a un lado los preparativos de la boda.

Es cierto que durante la Luna de Miel, especialmente en la primera semana, hicimos algo de actividad, pues subimos al Kilimanjaro. Pero en el resto del viaje lo más duro que hice fue divisar animales y beber cervezas, sin olvidar de comer de manera copiosa.

Así que hace dos semanas, cuando volvía entrenar, fuí incapaz de hacer del tirón 10 kilómetros en llano. Tuve que parar tres veces. Estaba totalmente fuera de forma!!!

Sin darle muchas vueltas a la cabeza, seguí entrenando y al de nueve días tenía planeado realizar una tiradita más larga, de la cual acabé bastante contento. Corrí por la zona del Malmasín y Pagasarri 20 km. en 2 horas y 29 minutos, sin forzar apenas. Lo único que quería era correr por el monte unos cuantos kilómetros sin tener que echar a andar, por lo que no subí cuestas extremadamente exigentes. El desnivel positivo fue de 637 metros.


Así que si apenas diez días antes al cuerpo se le había olvidado qué es eso de correr, enseguida recuperó la memoria y me permitió hacer mejores y más largos entrenamientos. Además de tener una gran memoria, el cuerpo es sabio, y me avisa en forma de dolor en el pubis de que tampoco me emocione mucho con las cargas de entrenamientos y de que vaya despacio.

Por otra parte, físicamente no creo que lo haya notado mucho, ya que en cuanto acabé y me duché vino Artetxe a buscarme para ir de comida y de fiesta a Amorebieta hasta que el domingo cantó el gallo. Y todo gracias al dinero que les sobró a los amigos en la despedida que me hicieron en Lisboa. No sé si a los otros amigos que me llevaron a Gijón también les sobró algo para una jamada...jejejeje. Aunque en el plano físico no haya obtenido mucho rendimiento, en el aspecto moral fue una auténtica victoria poder completar los 20 km.

P.D: Al acabar la tirada del sábado me miré y tenía la camiseta manchada de rojo, mejor dicho, de sangre. Al parecer se me irritaron los pezones y me sangraron. Muy aparatoso porque en realidad no tenía nada, pero la ducha no me entró tan bien como otras veces,jeje.
Menos mal que no me vió casi nadie...

P.D: El reloj-gps de muñeca que habeís visto en la primera foto me lo regaló Maitane en mayo. Pedazo de regalo, menuda máquina, datos de los entrenamientos, posibilidad de descargar, seguir y grabar tracks,etc. Ahora solo me queda seguir dándole tralla.


2 comentarios:

  1. Que escozor en la ducha¡¡¡¡, claro que el cuerpo es sabio, bueno eso, y los globulos rojos que has traido a tope del Kilimanjaro jajaja
    un saludo

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  2. La verdad que quiero informarme sobre lo que comentas de los glóbulos rojos y el hematocrito, que supongo que cuando bajé del Kilimanjaro lo tendría por las nubes. Pero claro, luego he estado más de tres semanas en plan sedentario total,jejeje.
    Un saludo artista.

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