Duatlón de Orozko

Bonita manera de despedir el año, haciendo deporte.
Esta vez nos acercamos Guti y yo a la localidad de Orozko para tomar parte en el Duatlón San Silvestre de Orozko, con un recorrido de tres kilómetros a pie para finalizar con diez km en bicicleta.

Al ser nuestra primera vez en esta prueba, al llegar nos sorprendió que había un montón de gente, la inmensa mayoría de ellos disfrazados.
-El año que viene venimos disfrazados sí o sí, -le comento a Guti.
-Oye, que tengo en el maletero un par de trajes de los que uso en la residencia!-me dice.

Pues eso, al final, para no desentonar con el resto de la gente, aparecemos por la línea de salida a modo de fisioterapeutas.

¿Llegará algún día en el que el previo de una carrera sea placentero y sin sobresaltos? Esta vez llegamos a Orozko un poco apurados de tiempo, luego me di cuenta de que tenía una rueda muy baja (eskerrik asko al speaker por conseguirme una bomba) y para rematar me volví loco buscando las llaves del coche (estaban dentro de la zapatilla de andar en bici). Total, que no calentamos absolutamente nada.

Dan la salida y compartimos carrera con vaqueros, animadoras, spidermans, olentzeros, tigres, etc.
Tres kilómetros corriendo al ritmo que me marca Guti, gracias a Dios vamos tranquilos y no me lleva con la lengua fuera. Al ser esto una fiesta y no tener para la mayoría (incluyendo nosotros) un carácter tan competitivo como puede suceder en otras competiciones, decidimos ir juntos durante todo el duatlón. Aún así, como siempre, había más de uno que iba a fuego.

El caso es que después de este tramo de carrera hacemos la transición a la bici mientras somos animados por todo el pueblo de Orozko que se ha echado a la calle.

5 kilómetros de ida en ligera subida, y otros 5 de vuelta por el mismo sitio. La verdad que se me hizo corto el tramo en bici, pues iba muy a gusto a rueda del bueno de Guti, jejejeje.

Llegamos entre aplausos a meta, nos dan una camiseta de regalo y una mini-toalla (la inscripción era de tres euros, así que genial) y directos al bar a brindar por el nuevo año.

Así da gusto.