Otro triatlón al que le tenía muchas ganas. Por recorrido, por haber trabajado este curso en Gorliz, porque íbamos unos cuantos del equipo, porque este año hay mono de competición,...en fin, bastantes alicientes.

Este año, además, había bastante corriente, por lo que el caos fue bastante elegante y el peligro en boyas mayúsculo.
Salgo del agua y yendo a boxes recibo ánimos de más de un alumno, muy grandes. Llega Garro detrás mio, pillamos las bicis y tengo que volver un momento a mi box para cojer las gafas. Pierdo el tiempo suficiente como para no poder conectar con el bueno de Garro y su grupeta.
Bajamos a Plentzia y dirección hacia Urduliz famos volando, sobrepasando a más de un grupo. Pequeña subida que me permite no descolgarme y posterior bajada para recuperar. Mi turno de relevo lo hago justo antes de iniciar la subidita al Castillo de Butrón. En realidad ni es un relevo ni nada, pues enseguida me van pasando todos, llego arriba y toca hacer un esfuerzo para reagruparme. Llano volador y subida a Andraka, a gusto, buen ritmo, disfrutando. Pillo la rueda de un triatleta y con mucho esfuerzo para seguirla ya no la suelto hasta la subida desde Lemoiz, donde puedo darle un relevo. Bajada a Gorliz y a correr cinco kilómetros.
A mi ritmo, cansado, van pasando los kilómetros. Cuando queda uno solo, me alcanza Juanma, antiguo compañero del Sestao Triatloi Taldea, y me va llevando con la lengua fuera. Le digo que se vaya hacia meta, pero insiste en que lleguemos juntos, gran tio. Llegamos a meta. Genial. Que siga la temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario